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El Ciber-Hogar de Pony

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LA HEREDERA:::.Capitulo 4

LA HEREDERA
Agente Especial: Roni de Andrew para la GF 2009
Albert Lovers Secret Service

Capitulo 4

Esa noche sería una de tantas aburridas fiestas que obligadamente tendría que soportar. Afortunadamente sus primos Archie y Stear la acompañarían, pero ellos irían con sus respectivas novias, Annie Britter y Patty O’ Brian; chicas también de la alta sociedad que habían conocido durante sus estudios en el San Pablo. Candy conocía a las chicas pero realmente ella siempre fue muy huraña con otros. Después de la muerte de su hermana mayor y la extraña relación que compartía con su prima Elisa le era muy difícil confiar en otras chicas por eso su relación era amistosa pero no muy cercana. Nuevamente su pareja esa noche seria George pues tendrían que tratar de cerrar un trato con uno de los banqueros presentes que se negaba a negociar con una mujer y especialmente una chica tan joven. George había dedicado toda la tarde para dar todos los detalles a Candy del negocio en cuestión y asesorándola con lo que tendría que resaltar ante el banquero.

Como de costumbre su fiel doncella Dorothy fue a indicarle que ya la esperaban en la biblioteca. Candy bajó las magistrales escaleras de mármol de la mansión, solo para escuchar pero los gritos de la abuela provenientes de la biblioteca.

-¡Eso no puede ser, entonces ella ira con Archie!-, decía la matriarca con un dejo de desesperación.

-Tía tu sabes que por mi no hay ningún problema pero yo ya quede de ir con Annie; además George y Albert son los únicos que saben todos los detalles del trato con el Sr. McCarthy -, decía Archie

Candy entró a la biblioteca y su mirada inmediatamente se fijó en la figura alta y elegante del rubio que se encontraba parado por los ventanales. Se veía más guapo que de costumbre pues traía un frac puesto y su pelo peinado para atrás, con un rebelde mechón casi cubriendo un ojo.

-¿Donde esta George? -, pregunto tímidamente.

-George ha tenido que viajar a la Florida. Hubo una emergencia en una de las minas y solamente el puede resolverlo, pero no hay problema alguno. Albert nos acompañará a la fiesta y el plan seguirá tal y como estaba estipulado -, fue Stear quien contestó.

-¡Inaceptable!-, casi gritó la matriarca; lo cual causó que todos en la biblioteca se sorprendieran. Entonces ella trató de controlarse, pues esa idea no le gustaba para nada. Ella ya había notado la aparente atracción que nacía en ambos rubios-. ¿Cómo se vería si Candice fuera escoltada por el Joven Johnson? – Pregunto la actual matriarca.

-Como se mira cuando es escoltada por George -, dijo el mayor de los Cornwell -. Albert es el asistente al administrador y todos saben que estas fiestas son solo una excusa más para hacer negocios fuera de la oficina y divertirse un poco.
Candy veía de reojo a Albert y una chispa de felicidad llegó hasta ellos. Albert por su parte se mantenía callado, pues sabia que no era su lugar el opinar, pero por dentro deseaba con todo su ser el poder escoltar a la rubia, el poder tenerla cerca de él, aún si se trataba de un noche de negocios. Una leve y discreta sonrisa se asomó por sus bellos y sensuales labios. Nuevamente esto no paso desapercibido por la matriarca de la familia.

-Tía por favor, no veo por que tanto alboroto. Además, no es como si Candy y Albert fueran a una cita solos, nosotros también estaremos ahí ¡Por favor tía! Se nos está haciendo tarde y no es bueno tener a Annie y a Patty esperándonos-, rogó Archie.

La abuela finalmente accedió, no sin antes jurar para si que ésta sería la última vez que los jóvenes fueran a algún lugar juntos -. ¡No permitiría que sus sentimientos germinaran! Nunca permitiría que un 'don nadie' entrara a la familia; ya lo había evitado una vez y lo haría cuantas veces fueran necesarios.

-Pauna y Candy, tan parecidas y no solo en lo físico: Ambas rubias, con ojos verde esmeralda, de piel blanca como la nieve, y en sus gustos por la servidumbre -, pensó Elroy con una mueca de desprecio en su duro rostro viendo cómo Albert ofrecía a Candy el brazo para salir de la biblioteca, y ella se sonrojaba, un recuerdo paso por su mente.

Su nieta mayor Pauna era una chica bella y la felicidad de la que gozaba en su hogar se reflejaba en su personalidad. A su corta edad de 18 años se vislumbraba la belleza física que muy pronto llegaría a su cúspide. Pertenecía a una de las más acaudaladas e importantes familias de Norteamérica, pero más importante: ¡Esa familia era un ejemplo a seguir, era una familia llena de amor! Sus padres se habían casado por amor (muy raro en una sociedad donde los matrimonios arreglados era la norma) y ese amor había sido pasado a sus dos hijas. Por eso el padre de Pauna había estipulado en su testamento que sus dos hijas solo se casarían si ellas estaban de acuerdo con el matrimonio y enamoradas, su padre no quería que ellas fuesen infelices como muchas otras mujeres de la sociedad a la que pertenecían, incluyendo su propia madre: Elroy Andrew.

Pauna era cortejada por varios jóvenes de la alta sociedad, incluyendo un joven almirante de la marina norteamericana, sin embargo, aunque ella tenía una amistad muy especial con el almirante Steve Brown solo tenia ojos para un joven humilde que conocía desde su infancia: George Johnson, el joven que su padre había encontrado en las calles de Paris, y que había tomado bajo su protección. George, aunque era 10 años mayor que Pauna, también estaba enamorado de ella. El padre de Pauna, que tenía un cariño especial por el joven veía con buenos ojos esa relación y esperaba que pronto George le pidiera la mano de su hija.

Elroy Andrew era una mujer atada a las normas de la alta sociedad pues así había sido criada: Para sentirse orgullosa de ser la esposa de uno de los magnates mas reconocidos del país y para proteger con orgullo el importante linaje de la familia, aun si esto significaba la infelicidad para ella misma. El orgullo que sentía por el apellido Andrew era tan grande que haría todo lo posible para mantenerlo intacto. Sabía que sus nietas eran las últimas en la línea de los Andrew y era indispensable que se casaran con hombres importantes para que los herederos que vinieran pudieran continuar con el buen nombre, aun si no fuera el principal.

Ella era una mujer de mundo y nada pasaba desapercibido por la mujer, se había dado cuenta de los sentimientos de su nieta Pauna y de George. Ella, al contrario de su hijo y nuera, no aprobaba esa unión, porque él era un huérfano y un don nadie. Así pues, en una tarde de verano ella se dirigía a la biblioteca para hablar con su hijo William cuando escuchó la conversación que trazaría sus despiadados planes.

-¿George estás seguro que quieres hacer esto ahora? -, preguntó William Arthur.

- Sr. William, si, Es que, ese chico necesita mi ayuda, el pobre ha sido rechazado por varias familias y la Srta. Pony me ha dicho que si no es adoptado pronto será enviado a otra casa, por que ya esta un poco crecidito para estar en el hogar con ellas-. Fue la respuesta de George.

-Entiendo pero, ¿No crees que será difícil comenzar una nueva vida con Pauna teniendo un pequeño?-, preguntó William Arthur. George se sonrojó ante el comentario.

-Tal vez; pero yo conozco a Pauna y es una chica muy amorosa. Seguro lo aceptará.

- Tienes razón, mi hija es muy comprensiva y ella adora a los niños, ¡Seguro lo querrá como su hijo!

- Me gustaría hablar con ella lo más pronto posible, pero primero tengo que ir a hablar con la señorita Pony antes que trasladen al pequeño.

La matriarca vio salir a joven Johnson e inmediatamente puso a trabajar su plan.

Pauna estaba como siempre en el jardín de las rosas, cuando vio acercarse a su abuela. Ella la saludo con todo el respeto que su abuela merecía.

-Buenas tardes abuela Elroy-, haciendo una leve venia.

-Hola Pauna, necesito hablar contigo de algo serio, de algo que me acabo de enterar.

-Dígame abuela, ¡Aunque me asusta! ¿Qué pasa?

-Tengo que hablarte de George.

-¿De George? ¡No entiendo!

-Pauna no debes fingir conmigo. Sé la relación que llevas con él y por eso debo contarte lo que me he enterado, ¡No quiero que él te rompa el corazón!-, Pauna palideció al escuchar estas palabras.

-¡George se ha burlado de ti!

- Abuela aun no entiendo...

- George ha tenido un hijo ilegitimo y la madre de ese *******o ha pedido que finalmente se haga cargo de él ¡Esta tarde ha ido a traer al niño!

Pauna por poco se desmaya de la impresión, no podía creer lo que su abuela le había dicho, no podía creer que su amor la hubiera engañado. Él le había dicho que nunca antes se había enamorado o involucrado con ninguna mujer y ahora su abuela le decía que incluso tenía un hijo. Corrió hacia la mansión para hablar con su padre, en ese momento él aún se encontraba en la biblioteca pero ahora era acompañado por su amada esposa; Pauna se detuvo para escuchar la conversación.

- Querido: ¿Entonces George ha salido a traer al niño?-, Pauna se sintió morir cuando escuchó estas palabras.

- Si querida. La Srta. Pony le ha dicho que si no arregla todo hoy, el niño será enviado a un orfelinato en New York y es posible que nunca más lo vuelva a ver.

-Solo espero que Pauna entienda la situación; sé que ella esta enamorada de George pero no sé como se sentirá siendo madre de un chico que no es suyo!

Eso era todo lo que Pauna necesitaba escuchar, ¡Sus padres habían confirmado lo que su abuela le había contado! Su corazón se rompió en mil pedazos y corrió a su habitación para llorar desconsoladamente. Por la noche vio el auto que utilizaba George regresar desde su cuarto y visualizó al joven Johnson y aun al pequeño bajar de la mano de él. ¡Todo lo que su abuela le había contado era cierto! Se encerró en su cuarto por varios días fingiendo una enfermedad hasta que su buen amigo Steve Brown había venido a visitarla. Ella le contó todo lo sucedido y él, que la amaba con todo su corazón, le pidió que se casara con el. Ella lo pensó muy brevemente y aceptó. Por más intentos que George o sus propios padres hacían para explicarle lo del niño, ella se rehusaba a escuchar y más a dar explicaciones del por qué su súbita boda con el joven Brown.

George también tenía el corazón roto porque pensó que su amada lo había engañado todo ese tiempo y creyó en la fría explicación que Pauna le había ofrecido: ¡Que ella estaba enamorada de alguien de su clase!

Desde ese día George había volcado toda su atención y amor al pequeño que ahora llenaba sus días y un año después Pauna había dado a luz a un pequeñín de ojos celestes como el cielo llamado Anthony. Dando así un doloroso final a la relación entre George y Pauna.

Continuara.. .

(En es proximo capitulo: la fiesta!!! Candy y Albert finalmente juntos!!)

Publicare el proximo capitulo el Jueves 9. Gracias por leer!

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Pais: ALBERT LOVERS SECRET SERVICE

Re: LA HEREDERA:::.Capitulo 4

Vero!
Tremendas revelaciones, qué mala es la Señora Elroy!
Y ahora no sé que hacer de aquí el jueves!
Bueno, ya es mañana, no exageremos...
Albert con frac! uuuuuuu...

Pais: http://